Historia de la Cuarta Compañía
Hemos querido narrar la historia de nuestra Compañía, hilvanando un conjunto de hitos que surgen en las distintas décadas, sin tanto detalle específico de fechas, más bien como un relato.
De este relato podrán ver grandes líneas que trascienden, una Compañía de Soñadores, que se plantean el mayor objetivo y que logran su consecución; que rápidamente asume como algo imprescindible ser Técnicos, para ello creemos ser los primeros en el año 1957, en establecer el Curso de Aspirantes como requisito para ser bombero; contamos con los carros y equipos más modernos y efectuamos distintas mallas de capacitación y entrenamiento; somos Competitivos, por ello las Competencias bomberiles las consideramos necesarias, apoyan el entrenamiento y unen, ser los mejores es nuestro permanente compromiso; y quizás lo principal, siempre ha existido un profundo respeto y cariño entre antiguos y nuevos, un complemento entre la experiencia y disciplina de quienes llevan más años de servicios y la energía y creatividad de quienes inician su vida bomberil.
Nuestra historia se remonta, al año 1950 cuando un grupo de voluntarios de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, bajo la inspiración de Jorge Casas Cordero Wastendorff, tienen el sueño de formar una nueva unidad que se incorpore a las tres existentes, este selecto grupo además los componían Eugenio Devia Valdivia, Fernando Galassi Navarro, su hermano Hugo que pertenecía a la Primera Cía., Raúl Andrade Aravena, Jorge Caro Díaz, Hugo Coello Avaria y Enrique Vergara Flores. Ante noticias publicadas en un diario de esa intención, el Directorio acordó con fecha 13 de Septiembre de 1950, fijar como requisitos para aceptación de una nueva compañía los siguientes: Estar autorizados previamente por el Directorio; ser de especialidad de Salvamento exclusivamente; tener cuartel propio, un mínimo de 40 voluntarios con uniforme de parada y de trabajo y tener presupuesto suficiente para financiarse sola por un tiempo no menor a 5 años.
La primera solicitud de creación de la Cuarta, se presenta el 23 de mayo de 1951 la que es aprobada bajo tan difíciles condiciones, lo que es en la práctica un rechazo y no se podía presentar la solicitud hasta un año más.
Se estima necesario para lograr el objetivo un cambio radical en los miembros del Directorio, lo cual se logra para el año 1952.
La nueva solicitud es presentada el 27 de mayo de 1952 la que es aceptada bajo las condiciones de contar con carro propio, 30 voluntarios uniformados y dependencias y recursos para su funcionamiento; el 13 de agosto de 1952 se autoriza a seguir los trámites en calidad de formación; el 18 de septiembre se forma ante las autoridades; el 1 de octubre de 1952 se autoriza reglamentariamente la participación de la Cuarta no pudiendo actuar en incendios hasta dos meses más.
En toda esta etapa inicial se reunían en sus propias casas, en el Club de Leones o en el Club de Ñuñoa, es ahí donde se da la feliz coincidencia que interrumpe una de las reuniones don Rafael Hirmas Gidi (el cual formará parte de nuestras filas), quien al enterarse que se trataba de formar una nueva unidad Bomberil, se integra al proyecto y tras él integra a la Colectividad Árabe representada por el Club Sirio y Club Palestino, lo cual será transcendental para nuestros primeros años.
Entre los requisitos exigidos estaba el contar con un carro bomba, de lo cual se hace cargo el Club Palestino designando a los señores Wasfi Haddad Valech (quien tendrá una ejemplar trayectoria en la compañía) y Zacarias Abuhomor, estas gestiones culminaron con una campaña de fondos que recaudó los $ 150.000 necesarios para la compra del Carro Saurer del año 1925 al Cuerpo de Bomberos de Santiago.
La segunda meta era tener dependencias donde operar, aquí contamos con el apoyo solidario de la Segunda Compañía, que cede el 13 de octubre de 1952 una de sus dependencias, el ex dormitorio del Ayudante de Cuartelero. Cabe señalar que en 1954 se emigra al ex cuartel de la Tercera Compañía en Hamburgo 3 que pasó de inmediato a ser Hamburgo 4 y que correspondía a las ex caballerizas de Carabineros. A fines de 1953 la Municipalidad entregó los terrenos de Echeñique donde el 4 del 4 de 1954 se coloca la primera piedra y se comienza a habitar en 1956 y es desde 1959 es nuestra definitiva casa.
La tercera meta era contar con 30 voluntarios, equipados, con el pasar del tiempo se habían integrado a este proyecto personas que no eran entonces bomberos como Mario Alvear Torres, quien tendrá una dilata y brillante trayectoria, Ismael del Pedregal Sánchez quien será el primer Director; Rafael Vives Vives quien ya el año 1954 asumiría como el Primer Superintendente cuartino, y que fuera el gestor de los recursos de la Presidencia para una cuarta compañía en Ñuñoa, recurso que fueron fundamentales para la construcción de nuestro cuartel; Francisco Lagno Sepúlveda que reemplazo al anterior, siendo el segundo Superintendente cuartino y cuya labor significó avance significativo en la gestión de la institución. En esos primeros cuartinos también encontramos a muchos hermanos y familiares que permitieron cumplir con esta meta.
Finalmente el 4 de diciembre de 1952, teniendo en las puertas de Cuartel General el carro Saurer, habitando en la segunda compañía y habiendo demostrado contar con 30 voluntarios y con el compromiso de los representantes de la colectividad Árabe representados en la ocasión por don Antonio Valech de seguir cooperando, es aceptada nuestra Compañía en forma definitiva.
En estos primeros años el primer carro con que se contó fue un Volkswagen Klain Bus, equipado con motobomba, facilitado por el voluntario Rafael Vives Vives y que se le llamó Gabrielita en honor a su señora esposa. Posteriormente, se contó con el carro Saurer. Pero era fundamental contar con un carro nuevo y con todos los adelantos técnicos, aspiración que en el año 1956 es cumplida con la incorporación del carro Mercedes Benz, que se logra importar con el aporte de la familia Yarur y lleva el nombre de Juan Yarur Lolas.
La Cuarta desde sus inicios aportó con algunas innovaciones, por ejemplo contar con Teniente Tercero, el Cirujano pasaba guardia, se hicieron diferencias en los cascos de los oficiales de mando. La instrucción bajo el mando del primer Capitán Eugenio Devia era los días lunes, miércoles y viernes de una semana y en la próxima semana martes, jueves y sábado, a las 6 de la mañana, enseguida había que lavar el material que facilitaba la Primera o la Tercera Compañía y regresarlo.
Los colores de la Compañía Blanco y Negro nacieron de los que forman la bandera pirata, en alusión al acto de piratería de derribar al Directorio del año 1951, el escudo refleja lo anterior al estar constituido por un gemelo cruzado por dos pitones. La primera banderola fue confeccionada por la madre de Mario Alvear Torres.
En principio la compañía llevó el nombre de Bomba Sirio – Palestina, posteriormente desde 1956 hasta 1986 el nombre de Bomba Colectividad Árabe.
Las primeras dependencias del cuartel era la Sala de Maquinas, antes utilizada como bodega de la empresa constructora de las casas vecinas, donde se habilitó un segundo piso para Casino y atrás un cuarto para la Guardia Nocturna. Luego la construcción del Cuartel bajo una moderna visión mantuvo la sala de maquinas, construyendo sobre pilares el segundo piso de oficinas, sala de sesiones y guardia nocturna y al costado poniente la torre y bodega. Con los años en las noches los terrenos se extendían y así se posibilitó que durante los años 60, se contara con terreno suficiente para que entre todos los voluntarios se construyera la cancha de Baby fútbol. Durante los años 70 se construye en el primer piso de la parte posterior, habilitándose como casino y sala de juegos, en los 80 se construye la cancha de entrenamiento y las dependencias de la Brigada Juvenil, en los 90 la piscina y en estas últimas década los camarines, la sala de estar de la guardia, bodega de maquinistas y una profunda mantención a la sala de maquinas con portones eléctricos y equipos de extracción de gases.
En 1957, ante la falta de personal Jorge Casas Cordero reclutó de un club deportivo del barrio a un grupo de jóvenes, que tendrá gran trascendencia en el desarrollo de la Compañía, produciendo un cambio generacional durante la década de los 60, lo cual se proyecto al Cuerpo desde los años 70 en adelante. Entre ellos cabe destacar a Milton Rozas Sarfaty quien será el tercer cuartino en llegar al cargo de Superintendente, actual Director Honorario; y a René Gómez Díaz quien tendrá una brillante trayectoria que lleva a ser nombrado Director Honorario. Esto motivó al Capitán de la época Mario Alvear, inspirado en el trabajo de perfeccionamiento técnico que llevaba a cabo Enrique Guerra y Alfredo Saleh en el DET del Cuerpo, a establecer como requisito para ingresar el aprobar un conjunto de materias que constituyen el primer Curso de Aspirantes a nivel nacional, modalidad que es adoptada en el tiempo por la gran mayoría de compañías del país.
A comienzos de los años 60 se dan las primeras Competencias Internas del Cuerpo, la cual se gana el 9 de noviembre de 1963. Para la Cuarta las Competencias vienen a complementar el alto estándar técnico teórico con la demostración de estado físico y ejecución práctica de técnicas bomberiles, trabajo en equipo, liderazgo, siendo un motivo de unión y otro de los pilares en que se sustenta su actuar, lo competitivo, ser los mejores en todo.
El 14 de diciembre de 1962, se produce el incendio de Madreselvas con Macul, a consecuencia del cual fallecen los voluntarios mártires de la Segunda Compañía Silvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu y Luis Bernardin Orellana. En 1973, cuando el carro de la segunda intentaba salir de la sala de máquinas para concurrir a una alarma en esa fatídica esquina, fallece el cuarto mártir de la Segunda Compañía y de la Institución Jorge Nicolás Dzazapulos Elgueta. Todos ellos son motivo de nuestro profundo respeto y ejemplo de entrega de la Vida por la Humanidad.
El terremoto de 1965 pone a prueba nuestra organización y actuar solidario, en la ocasión algunos de voluntarios concurren por varios días con material mayor institucional a prestar ayuda al Puerto de San Antonio. También otros concurren a la ciudad de Hijuelas donde tienen el alto honor de fundar el Cuerpo de Bomberos de Hijuelas.
En el año 1966, se desarrolla la actividad de reponer las viviendas afectadas por los incendios en las poblaciones, para ello se cuenta con el apoyo de la Colectividad Árabe y participan activamente las señoras de los voluntarios, organizadas bajo la modalidad de Comité de Damas, que ayudaban en la atención de las personas afectadas y en la recolección y selección de ropas y utensilios. También ellas serán fundamentales en realizar actividades pro fondos para la Brigada Juvenil.
El año 1968, nuevamente con el apoyo de la familia Yarur, el carro Mercedes Benz pasa a servir en la Séptima Compañía, siendo reemplazado por el moderno Carro Ford 850 de actualizadas condiciones técnicas, hablamos de baja y alta presión, esta última conectada a carretes de 60 metros y pitones Jhon Been; estanques de concentrado de espuma; capacidad para transportar 17 voluntarios; estanque de agua 750 galones; bomba de vacío; amplia disponibilidad de espacio para transporte de material menor, entre otras características.
En julio de 1968 se aprueba el nuevo Reglamento y se acuerda cambiar el lema inicial que en su oportunidad propuso Eugenio Devia de “Centinelas del Fuego y de la Patria” al que propone Milton Rozas Sarfaty de SERVIR, que interpreta hasta hoy el ideal de cada uno de los integrantes de la Compañía.
También se da inicio a la Competencia Interna Superintendente Rafael Vives Vives, donde la Compañía se divide en tres equipos: uno de 0 a 4 años; otro de 4 años hasta antes de honorario y el último compuesto por los voluntarios honorarios.
Fundación de la Brigada Juvenil: son los problemas para la incorporación de nuevos voluntarios así como la experiencia de la Quinta compañía años antes, al fundar la primera Brigada Juvenil del país; cabe señalar que existían experiencias similares previas bajo la denominación de cadetes; lo que lleva a la Compañía a plantearse seriamente esta posibilidad, la que se hace evidencia cuando un grupo de jóvenes del barrio, como reza el acta de fundación se acerca a las puertas del cuartel. Así el 4 de diciembre de 1970 se funda la brigada. Significa un antes y después ya que de ahí en adelante el tema de contar con voluntarios no es un problemas y generaciones de jóvenes han dado vida la Compañía desempeñándose en distintos cargos a nivel de compañía, de oficiales de comandancia y oficiales generales.
A fines del año 1970 es elegido Comandante de la Institución, entonces formada por 7 compañías, más 3 brigadas en Peñalolén que luego darían vida a la Octava Compañía, nuestro voluntario fundador Mario Alvear Torres, quien desempeña este cargo desde enero de 1971 a diciembre de 1974, época en que el país atraviesa por una de sus peores crisis institucionales. Desde la Comandancia estudia con antelación planes de contingencia antes las distintas posibilidades, los cuales son aplicados el 11 de septiembre de 1973, donde se modifica la estructura de mando y se acuartela en tres lugares a la institución, correspondiéndole a nuestro cuartel acoger a las guardia de la Tercera y Sexta Compañía. De esta forma se dio continuidad al servicio. Las normas prohibían las elecciones, sin embargo la institución mantuvo el carácter democrático de nombramiento de sus oficiales solo cambiándole el nombre al acto de elección a nominación. En distintas épocas durante aquella época, existió toque de queda, entonces el servicio en las noches quedaba en manos de las guardias nocturnas que debían batirse solas, ya que solo algunos oficiales tenían salvoconductos, pero era de alto riesgo salir.
Durante su período de Comandante Mario Alvear fue elegido presidente del Consejo de Comandantes del Área Metropolitana, donde junto a Leonardo Sandoval Labbé y su equipo del Departamento de Estudios Técnicos de Ñuñoa, más los DET de otras Cuerpos, constituyó el Departamento de Estudios Técnicos del Área Metropolitana, hoy Región Metropolitana, impactando fuertemente en el desarrollo de la capacitación de los bomberos de la región, realizando seminarios regionales y generando textos de estudios. Este equipo además aportó viajando a distintas regiones del país en una actividad que podríamos decir fue prepulsora de lo que posteriormente se constituyó como la Academia Nacional de Bomberos de Chile, donde ellos son parte de los fundadores.
En 1971 un nuevo terremoto asola la región central del país, agregándose en esta ocasión a las alarmas propias de derrumbes, personas atrapadas, un incendio en dependencias de la Universidad de Chile en comuna de La Reina.
En esta década la acción de Octavio Hinzpeter Blunsak, entonces Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, como Presidente Nacional de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, produce cambios radicales generando las bases de los constituye hoy esta organización. Su gestión cuenta con el permanente reconocimiento de nuestra Compañía por lo exitoso a nivel nacional, y por el apoyo permanente que nos brindó, situación que se ha mantenido con las actuales autoridades.
En esos años los incendios forestales son cubiertos por la Policía Forestal de Carabineros, comenzando a gestarse la CONAF, el Cuerpo genera su propia Brigada Forestal constituida por voluntarios de las distintas compañías, que eran fuertemente entrenados en nuestra precordillera y que cubrían los incendios forestales en nuestra jurisdicción y concurrían en apoyo a regiones vecinas. Esta brigada permitió a los voluntarios jóvenes de la época de las distintas compañías conocerse fortaleciendo la unidad institucional.
La Compañía ha contado con personal rentado de excelencia, en el caso de los Cuarteleros, el primero fue Manuel Martínez. Luego Armando Correa, a partir de 1959 hasta 1973 don Alejandro Henríquez, a partir de 1974 y hasta el 2006 don Mariano Huina y desde 2006 hasta inicios del 2012 Julio Villalobos. Ellos han formado parte importante de nuestras vidas, su calidad humana, su eficiente trabajo, su amistad, sus enseñanzas y apoyo jamás serán olvidados. En ellos recordamos a todos quienes han entregado partes de sus vidas desde labores rentadas a nuestra causa.
El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa llevó a cabo al menos dos Cursos Técnicos a oficiales y voluntarios de todas las compañías, permitiendo unir bajo una misma mirada la capacitación de todas las compañías.
Próximos a celebrar los 25 años, se produce el fallecimiento del voluntario Wasfi Haddad Valech el 15 de julio de 1977, voluntario muy querido, de tremenda bondad y que participaba en todas las instituciones de beneficiencia de la Colectividad árabe, siendo el nexo entre dicha colectividad y la Compañía. Junto con su partida se termina este nexo, a pesar de diversos intentos por formalizar las relaciones a niveles institucionales con FEARAB Chile, lo que finalmente concluye que el 23 de agosto de 1986, se tome el doloroso acuerdo de dejar el nombre de Colectividad Árabe, reconociendo su tremendo aporte en nuestra fundación y desarrollo de la Compañía.
En 1978, se produce la anexión del Cuerpo de Bomberos de la Florida donde le corresponde un papel destacado a cargo de este importante proceso a nuestro voluntario Sergio Correa Ortega, lo que lleva a la Compañía a acompañarlo en la misión, teniendo un papel preponderante en la capacitación y ordenamiento administrativo de las tres nuevas Compañías que se integraron a Ñuñoa y que hicieron crecer la jurisdicción del Cuerpo al cubrir la inmensa comuna de La Florida.
En los primeros años del 80 el país pasa por una grave crisis económica, lo que afecta también a bomberos, debiendo la Cuarta y Quinta compañía pagar de sus recursos la mitad del salario de los cuarteleros.
La Compañía utilizaba para sus ejercicios el que entonces se conocía como el patio de la escuela vecina, se llega a un acuerdo con la Escuela y la Municipalidad para que esta última nos entregue en comodato todo el terreno debiendo la Compañía colocar una muro divisorio, con un portón para que los alumnos puedan acceder a dicho patio y construir una cancha de futbol. Aquí por gestiones de Sergio Correa se logra el apoyo del Intendente General Carol Urzua quien envía decenas de camiones con piedras para el drenaje, tierra de hoja desde distintas municipalidades de la región, maquinaria apropiada y se obtiene que la municipalidad establezca la construcción como programas de empleo mínimo, llamados PEM y POHJ. De esta forma más ayuda de particulares se logra dar forma a la cancha de entrenamientos.
Será unos años después, en 1988, bajo la Dirección de Enrique Vergara Flores y su personal gestión de años, que el Ministerio de Bienes Nacionales entregue a la Cuarta Compañía la propiedad de los terrenos donde actualmente se encuentra la cancha de entrenamiento, los estacionamientos y piscina.
El año 82 se da la posibilidad de acceder a una carro de características para incendios químicos, postulando la compañía para lo cual requería pagar el IVA entonces $ 500.000 que Jorge Casas Cordero obtiene mediante donación de Jorge Yarur a través del Banco de Crédito e Inversiones.
Las características de este carro, estanque de 10.000 litros, 1000 litros de concentrado de espuma y 1.000K de polvo químico seco, sumado a un pitón monitor sobre su estanque, que puede desalojar espuma y agua, esta última con un alcance de 60 metros horizontal y 40 metros vertical, hacen que sea solicitado en apoyo a los grandes incendios de la región, siendo su primer apoyo al Cuerpo de Bomberos de Santiago al incendio del Supermercado Uriarte y Garmendia y 4 cuadras de edificios aledaños. En todos estos años este carro ha servido a la región metropolitana en múltiples grandes incendios e incidentes con materiales peligrosos y ha concurrido a la Quinta región en varias ocasiones. Por su pitón monitor fue bautizado en sus inicios como DINO, nombre que lo identifica hasta ahora.
Las grandes catástrofes naturales son parte de nuestra vida y durante los 80 sufrimos de inundaciones con la salida del Canal San Carlos, un aluvión en el Cajón del Maipo que dejó sin agua a la Capital por varios días, ocasión en que nos correspondía distribuir el vital elemento día y noche y el terremoto de 1985, ocasión en que también fue puesta a prueba la capacidad de respuesta de bomberos.
Durante los tres primeros años de la década del 80 se produjeron muchos incendios de grandes dimensiones que afectaron a locales comerciales como el supermercado de telas, las discos Hollywood, Brujas, Garaje; fábricas como Hucke, papeleras y varias del parque industrial de La Reina, Textil Pollack, e incendios en poblacionales.
También se retoman las Competencias Internas del Cuerpo de Cuerpo, ahora bajo el nombre de Comandante Alberto Ried Silva. El año 81 obtenemos el segundo lugar, luego los años 83, 85, 87 el primer lugar. De esta forma obtuvimos en forma definitiva la primera de estas Copas.
El año 1988 se despide después de 20 años de servicio el carro Ford que es entregado al Cuerpo de Bomberos de Talagante y se incorpora el carro Renault Camiva, especialmente adaptado, que mantiene las potencialidades técnicas del carro Ford y que presta servicios hasta la fecha, ahora como carro de especialidad en materiales peligrosos.
A fines del 1989 fallece Jorge Casas Cordero Wastendorff (QEPD), nos deja nuestro principal fundador, el gran soñador de ideas imposibles que hoy son realidades.
A fines de 1989 se entrega el primer manual completo con todos los Cursos de Aspirantes de la Compañía.
Durante los años 70 y 80 se llevan a cabo extensas campañas económicas, hasta que se establece el rol de socios cooperadores permanentes de los vecinos, que proporciona un ingreso estable, que se ve posteriormente incrementado en los años 90 con el arrendamiento de instalaciones para fines de comunicación, capacitación, estacionamiento, etc.
Se instaura a partir del año 1991, que en el primer fin de semana de abril, se lleve a cabo una ceremonia en homenaje a los voluntarios fallecidos, que consta de formar a la Compañía, escuchar el nombre de los fallecidos a lo cual todos los voluntarios responden en posición firme “Presente”, luego se hace una reseña de sus trayectorias y se coloca una ofrenda floral ante la piedra que se ubica en el frontis del cuartel, a sugerencia del voluntario Emil Namur, con los versos de Tagore: Soñé que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, SERVI y comprendí que el servicio era alegría. Posteriormente, la Compañía dividida en tres equipos uno a cargo de cada Teniente, compite por la Copa FUNDADORES.
MATERIALES PELIGROSOS (HAZMAT hazardous materials).
El año 91 un camión cerca del túnel Lo Prado tiene un accidente un camión militar y de su estanque se derrama un líquido no identificado y como era costumbre entonces el primer carro en llegar, en la ocasión del Cuerpo de Bomberos de Quinta Normal arroja agua para lavar la acera, generando una nube naranja que envuelve a voluntarios, carabineros y otros respondedores que deben ser enviados a un hospital, más 78 personas. Este es reconocido como el primer incidente de materiales de materiales peligrosos. En nuestra jurisdicción ocurren distintas alarmas como el incendio de Piscinería en que una nube de cloro hace evacuar las escuelas del sector alto de la comuna de La Reina, y resultan 18 voluntarios intoxicados. Luego un derrame meta bisulfito de sodio en la plataforma de un camión en Departamental con Froilán Roa dentro de una bodega de sustancias peligrosas obliga a evacuar a dos cuadras de la población vecina al estadio monumental y así muchos otros.
La Academia Nacional imparte el curso de reconocimiento e identificación de materiales peligrosos, primera capación sobre el tema. El Consejo de Comandantes de la RM prepara a los distintos Cuerpos en la primera respuesta, acción que junto a Santiago y Quinta Normal le corresponde a Ñuñoa.
La Compañía decide entrar de lleno a especializarse en este tema, las razones era generar una nueva vía de salidas a llamados y por creer contar con la capacidad técnica necesaria para enfrentar un especialidad difícil. Un equipo de 20 voluntarios emprende la tarea de capacitarse en forma autodidacta para ello cada día miércoles uno de los voluntarios expone un tema para conocimiento del grupo. Otro factor determinante era contar con el carro dotado para emergencias químicas y grandes incendios.
El año 1995 se envía 4 voluntarios a capacitarse a EEUU en materiales peligrosos.
Es así como a solicitud de la Compañía, encontrándose los voluntarios debidamente capacitados, contando con equipos apropiados, disponiendo del carro de especialidad química, en el año 1995 el Directorio del Cuerpo incorpora a la especialidad de agua la especialidad de Grandes incendios y Materiales Peligrosos.
El 17 de diciembre de 1995 se produce el incendio en las instalaciones de la empresa Matisen Molipack en la comuna de Lo Espejo, donde arde violentamente una industria comercializadora de productos químicos, quemándose cientos de toneladas de éstos y produciéndose grandes explosiones y una persona cuidadora de una escuela a dos cuadras, fallece al caerle un trozo de estanque que voló desde la industria. Este incendio al cual concurren más de 51 compañías y más de 1.200 bomberos hace que las emergencias con materiales peligrosos sean una prioridad nacional, constituyéndose un equipo de trabajo con Carabineros, Ejército, Servicio de Salud del Ambiente, Intendencia y Bomberos, de ese equipo de trabajo en que nos toca participar, surgen las primeras medidas para contar con información en las emergencias, se determina excluir del anillo Américo Vespucio las empresas que manejan estos productos. Estas ideas entregadas por bomberos forman parte hoy de la normativa de almacenamiento de materiales peligrosos.
Continua la adquisición de equipos, instrumentos, y se mantiene la capacitación, además se forma a nivel regional el grupo de Compañías hazmat con las Tercera Compañía de San Bernardo, la 17 y 18 Compañías de Santiago y la 6 y 7 Compañías de Conchalí. El Consejo de Comandantes establece 4 unidades regionales y sectoriza la región para su atención con un protocolo de despacho regional.
La Academia Nacional realiza anualmente, durante 3 años un encuentro a nivel nacional, donde se exponían las experiencias y se contaba con relatores internacionales.
Contando con los conocimientos y parte del equipo, nos imponemos la tarea de diseñar un carro de especialidad en materiales peligrosos. Sin embargo este proyecto sólo se concreta parcialmente el año 1998 con el Carro de Especialidad Hazmat cuya mayor virtud era contar con una área especialmente implementada como puesto de mando. El año 1998 se envían dos voluntarios a EEUU a capacitarse en materiales peligrosos y grandes incendios.
El 30 de junio del año 2000 con el objeto de compartir nuestras experiencias, se edita el libro Materiales Peligrosos, Guía de apoyo, cuyo autor es el voluntario Roberto Sepúlveda Toro
La prueba de fuego de la especialidad fueron las alarmas por presunto sobres con antrax el año 2001 en el contexto del atentado a las torres gemelas en Nueva York
La especialidad hoy es una necesidad, la compañía sale a continuas alarmas por escapes de gas, olores desconocidos y algunas emergencias directamente con sustancias peligrosas, en hospitales, casas, fábricas, etc. Entre ellas se recuerda el incendio en San Bernardo en una planta recicladora de líquidos inflamables por lo peligroso de las maniobras de extinción; el volcamiento de nueve carros con ácido sulfúrico cerca de Melipilla, por ser una emergencia regional, los suicidios con plaguicidas o cianuro o la muerte de trabadores en espacios confinados por monóxido de carbono, por lo trágico. Estos incidentes requieren como señalamos de equipos, trajes de protección química y fundamentalmente de conocimientos técnicos avanzados lo que hace que el año 2012 y 2013 se hayan enviado nuevamente voluntarios a especializarse a EEUU, en materiales peligrosos e incendios estructurales.
Un sueño permanente era volver a contar con un carro americano, por ello durante los primeros años de esta década se comienza a gestar la idea, luego una comisión genera el proyecto técnico que incorpora toda la tecnología de vanguardia tanto de carro como vehículo, y de equipos y sistemas bomberiles. Con recursos proveniente del arriendo de las antenas, campañas económicas y el aporte personal de cada voluntario, más el aporte de algunos benefactores se logra en noviembre de 2006, con la llegada del carro Rosembauer, concretar este sueño.
El año 2002, se acuerda como una forma de innovar en las capacitación y entrenamiento y basado en uno de los aspectos esenciales del cuartino, su competitividad, se crea la Competencia Comandante Mario Alvear, que durante todo el año genera actividades bomberiles que dan puntos que permiten obtener una Copa a final del año.
También como una forma de incrementar la capacitación formal se genera un segundo nivel técnico mediante una malla de 10 cursos especializados en incendio y materiales peligrosos, entregando un distintivo a quienes lo aprueban, aprobando con nota superior a 5 las 100 horas de capacitación teórica y práctica, esta última en nuestra cancha de entrenamiento, en cancha de la Séptima y Octava de Ñuñoa y en los simuladores de la Academia nacional. Así se reafirma el principio de ser una Compañía Técnica en su quehacer, tanto así que a pesar de no ser de rescate, la gran mayoría de sus voluntarios activos han hecho el curso respectivo, de manera de apoyar efectivamente a las Compañías especializadas en el tema, cuando se concurre a esas alarmas.
El 19 de abril de 2006, fallece Eugenio Devia Valdivia, nuestro primer Capitán, un soñador que aportó la disciplina y los conocimientos bomberiles en nuestros inicios y que al igual que todos los fundadores y voluntarios más antiguos entregó siempre todo su apoyo, respeto y experiencia a las generaciones más jóvenes, recibiendo de éstos el cariño y admiración.
Permanentemente la compañía comparte sus conocimientos con otras instituciones bomberiles, así como del Ejército, FACH, Carabineros e Investigaciones.
El 3 de marzo de 2010, un sismo de gran intensidad afecta gran parte del país, bomberos pasa la prueba exitosamente respondiendo con prontitud y calidad. Nuestros carros salen a más de 70 alarmas una tras otra durante 3 días, muchas de ellas a emergencias con materiales peligrosos. Algunos de nuestros voluntarios capacitados en Rescate Urbano, apoyan los trabajos en la Séptima y Octava región.
El año 2011, se obtiene en forma definitiva la segunda Copa de la Competencia Comandante Alberto Ried Silva, al haberla ganado durante los años 1989, 1991, 2007, 2009 y 2011.
Esta historia es de hombres que han formado en las filas, sin embargo junto a nosotros y como parte fundamental de nuestras vidas, están nuestras mujeres, nuestros hijos, nuestros padres, nuestras familias que nos acompañan, soportando la pasión bomberil y participando activamente en muchas de nuestras actividades, así nos acompañaron uniformadas el día que se puso la primera piedra del cuartel, así el Comité de Damas de los años setenta generó intensas actividades para financiar los uniformes de la brigada juvenil, participando en todas las actividades para recaudar fondos, así como nos acompañaban a entregar casas en las poblaciones después de los incendios, como ejemplos de su permanente apoyo. Para demostrar nuestro agradecimiento se instauró a parir de la segunda mitad de la década de los 90, la Once de las damas una semana antes del aniversario.
Finalizamos es relato reconociendo el aporte y entrega de cientos de voluntarios que día a día han dado con parte de su vida y la de sus familias, vida a nuestra compañía; a las autoridades municipales y de distintos Gobiernos que han aportado su apoyo y recursos; a cientos de personas que cooperan mensualmente con un aporte económico que permite nuestras actividades. Manifestamos nuestro permanente agradecimiento a aquellos miembros de la Colectividad Árabe que aportaron y se comprometieron con nuestra causa; a oficiales y voluntarios de compañías hermanas que nos han acogido y apoyado en nuestros proyectos, y a todos aquellos quienes han compartido y apoyado nuestra causa.